Esta migración, condensa una serie de cambios socioeconómicos en las familias, con características sobresalientes de pobreza y marginalidad, en una lucha cotidiana y desesperanzada al enfrentar las vicisitudes que impone la miseria económica, la no vinculación a los procesos reales de la vida colectiva y la pérdida creciente de su capacidad de incidir sobre las decisiones sociales, es decir, viendo trastrocadas sus condiciones de existencia humana, con una pérdida de sus historias singulares (familiares, culturales, étnicas, etc.).
Por otro lado, la revolución industrial-tecnológica y sus efectos en la heterogeneidad de las familias latinoamericanas, pueden leerse como: clave de progreso, liberación, ampliación de miras y fronteras, enlace, pérdida de la marginalidad; o por el contrario, pueden entenderse como nuevas formas de dominación, alienación cultural, exclusión, encubrimiento de la cultura y situación local, adherida a la ideología del consumo, ideología difundida en gran medida por los medios publicitarios por demás contradictorios y/o ambivalentes.
La familia latinoamericana, está amenazada por los excesos de las sociedades de consumo, con la extrema invasión de la tecnología, ya que uno de los retos a los que se enfrenta en los tiempos actuales esta institución milenaria, es verse obligada a compartir su función socializadora tradicional con otros actores, como la irrupción de los nuevos desarrollos tecnológicos en el campo de la información y la comunicación: internet, telemática, televisión por satélite, cadenas radiales. Una gran mayoría de niños y adolescentes, quedan solos con el televisor o el juego de entretenimiento tecnológico. Todas estas redes parecieran querer suplir y anular los sistemas de información y comunicación existentes en los diferentes individuos, familias, grupos y comunidades, con inevitables consecuencias para el desarrollo de la personalidad, como el individualismo, poca solidaridad, fractura los vínculos sociales, modificación de los lazos familiares, cambio de los procesos de socialización y modos de crianza, trastrocamiento de las relaciones del individuo con su cultura, produciendo una pérdida de la participación, el desarraigo y el anonimato.
La familia latinoamericana ha tenido que accionar a un escenario de grandes transformaciones sociales, por lo que sus características estructurales, dinámicas y evolutivas han cambiado, debido a la ruptura progresiva de la rígida estructura jerárquica de la familia patriarcal tradicional o modelo tradicional de familia nuclear constituida por madre, padre e hijos, conmocionada por factores socioeconómicos y sociopolíticos, entre éstos por la participación de la mujer en el trabajo
y el control de la natalidad; que ocasionó la ruptura de la división sexual del mundo público y el privado, lo cual ha engendrado una dicotomía estricta en las actividades que definían a los roles paterno y materno y a su identidad. Nos enfrentamos a un escenario diverso de familias unipersonales, monoparentales, de convivencias múltiples, nucleares, extensas, completas, incompletas, reconstruidas o de segundas nupcias, uniones consensúales, con jefes de familia femenina, heterosexuales y homosexuales, con un incremento de los divorcios o epidemia de rupturas conyugales al orden del día, una reducción del tamaño promedio de la familia, un crecimiento de las uniones consensúales, una diversificación creciente de los tipos de familia y formas de convivencia por mencionar algunas de las tendencias actuales, que apuntan a un universo de múltiples y diversas formas y arreglos familiares.
Vale decir que la composición, estructura y tipología de la familia, se ha diversificado, de manera que hoy no es posible hablar de un modelo familiar latinoamericano único, sino de familias; han cambiado las formas de hacer pareja, los estilos de autoridad, las pautas de crianza, los modelos de maternidad y paternidad, las formas de convivencia, hay una diversidad de los tipos de familia, una fuerte incorporación de la mujer al trabajo fuera de la casa, y nuevas formas de asumir los roles muy frecuentes. En esencia, se habla de una crisisdelmodelofamiliartradicional.conunsignificativo incremento del número de disoluciones familiares, una proliferación de nuevas configuraciones o tipos de familia. Pero nada apunta hacia la desaparición de la familia como grupo humano, por el contrario, la familia ha resistido los impactos de los cambios sociales, políticos y económicos y sigue cumpliendo funciones que son insustituibles por otros grupos e instituciones, de esta manera continúa influyendo decisivamente en la salud integral de los individuos.
Además de cumplir funciones, la familia, es un grupo que atraviesa por cambios evolutivos, que exigen de ella un proceso de continuos ajustes. Estos cambios se producen tanto desde el exterior, como resultado de los continuos movimientos sociales, como desde el interior, por los cambios evolutivos de sus miembros y por transformaciones estructurales. Así,
una familia, potencial mente es más funcional en la medida que exista un equilibrio en el cumplimiento de sus funciones y a la vez, disponga de recursos adaptativos para enfrentar los cambios.
Desde la perspectiva funcional y estructural, la idea de familia está en un proceso de desconstrucción, que consiste en ir retirando la definición de elementos que hasta entonces eran considerados como absolutos, pero que ahora se tienen por plenamente relativos como:
- El matrimonio no es necesario para que se pueda
hablar de familia, ya que las uniones consensúales
son consideradas como familias.
- Es muy frecuente la ausencia de uno de los
progenitores,principalmente del varón. Tal es el
caso de las familias monoparentales, en las que por
diversas razones o motivos, casi siempre es la madre
la que se responsabiliza del cuidado integral de los
hijos.
- E lincremento de madres solas y de familias
monoparentales, donde la jefa del núcleo es la mujer,
porque ésta se ha divorciado, enviudado, es madre
soltera o su pareja ha migrado en busca de mejor
calidad de vida para su familia.
- La llegada de los hijos puede ser también por vía
de la adopción, provenir también de otras uniones
anteriores o con ayuda de tecnologías modernas.
- La madre, no puede dedicarse exclusivamente
al cuidado de los hijos, sino que se ve obligada a
desarrollar actividades laborales fuera del hogar para
el sustento de sus hijos, sobre todo en las familias
monoparentales.
- •El número de hijos se ha reducido considerablemente, al punto que en muchas familias hay solamente uno.
- •Gran parte de los núcleos familiares se disuelven
como consecuencia de procesos de separación,
divorcio y/o viudez, siendo muy usual la posterior
unión con una nueva pareja en núcleos familiares
reconstituidos o reensamblados.
- Losconceptosdeautoridadyobedienciaconsiderablemente
modificados. Las causas asociadas a estos cambios tienen que ver
con la urbanización, la modernización, la tecnología y la consecuente
independencia, libertad sexual, participación creciente de la mujer en
la vida social y laboral. Factores que sin lugar a duda han originado
cambios demográficos, sociológicos y psicológicos más importantes en
el funcionamiento interno de la familia.
- Las rupturas de las asignaciones culturales, que han producido
cambios en las formas tradicionales de asumir los roles, con toda la carga
histórica que ella conlleva, es decir, que hay conflictos entre lo asignado
y lo asumido en los roles sexuales y parentales.
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